Todo sucedió hace aproximadamente un año, empecé con una simple infección de orina, de esas que bajas a urgencias y te mandan antibióticos para curarte; fueron tres días de antibióticos pero yo no mostré mejoría alguna. De repente me puse muy mala con dolor de garganta y fiebre alta. Volví a bajar y me pincharon urbason (creo que me dejo peor de lo que estaba) a demás empezó a dolerme el bajo vientre, asi que a los dos días baje a mi medica de cabecera, según ella ese dolor seria de gases o colon irritado...vamos no tenia ni idea. A la semana de estos episodios estaba a punto de irme a la cama cuando me entro un fuerte dolor en el riñón izquierdo (era un dolor muy fuerte, inaguantable que no me dejo dormir por horas hasta que me tome un paracetamol). Hasta ahí me desperté bien pero a la noche siguiente la cosa empeoro, el dolor aumento, no me hacia nada el paracetamol, tenia 39 de fiebre y no pare de vomitar desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana, y porque mi padre tuvo compasión de mi y me bajo a urgencias...sino hubiese seguido.
Una vez allí, me volvieron a pinchar para el dolor y vómitos y me dijeron que si seguía así fuera a mi medica. Efectivamente a las horas me volvió a doler y baje a medica. Le explique todo lo sucedido y me dio unos fuertes golpes en la espalda, justo en el lado izquierdo que me dejaron peor de lo que estaba. A raíz de eso, me hizo unos papeles y me derivó al Hospital Virgen del Roció.
Recuerdo que llegue sobre las 4 y media, la sala de espera estaba a rebosar de gente, yo agonizaba de dolor y esperaba impaciente que me llamasen, ante la desesperación me acerque a un medico para que por favor me pinchara algo para llevar bien la espera. Sobre las 6 me pincharon y sobre las 7 me llamaron por megafonía; una vez dentro me hicieron varios análisis de sangre y ecografías en el riñón. Después de todo eso, otra vez esperar hasta las 10 de la noche que me dijeron que tenia que quedarme ingresada. A mi madre se la cayó el mundo encima, empezó a llorar de la impotencia de no saber que tenia su niña.
Me llevaron en una sillita de ruedas hasta la sala de observación, había muchísimas camas unas pegadas al lado de otras, y algunas muy antiguas y sobre todo muchos pacientes mayores, yo era la mas joven. Me dieron un pijama talla súper grande y de hombre porque no quedaban mas, además me toco una de las camas modernas que se movían lo que haría mas llevadera mi breve estancia en esa sala.
Mis padres se despidieron de mi, allí me quede sola con unos enfermeros muy simpáticos que estuvieron en todo momento a mi disposición. Tuve toda la noche un gotero puesto por vía y tome varias pastillas. Enfrente tuve una anciana que me preguntaba cada dos por tres como estaba y que porque estaba allí. La verdad que muy bien no lo sabia, se creían que seria una pequeña piedra en el riñón pero no vieron nunca nada.
La noche en el hospital fue la mas larga de mi vida, yo jamás había estado en esa situación. Se me hizo imposible conciliar el sueño y presencie la muerte de un anciano sobre las 4 de la mañana, murió allí solo, sin familiares, sin nadie a quien aferrarte en ese ultimo suspiro. Al rato de la muerte llegaron los familiares se despidieron y se fueron.
A primera hora de la mañana llego el forense y se llevo el cuerpo.
Sobre las 8 me levante para ir al baño con mi carrito del suero, de repente me desplome lentamente y un enfermo que me vio corrió para cogerme. Me llevaron a la cama y me hicieron otro análisis de sangre. El resultado leucocitos por las nubes después de una noche entera de antibióticos, es decir, tenia una infección enorme en el cuerpo. A demás toda la noche estuvieron midiéndome la orina cada vez que iba al baño y determino la uróloga que se tenia que hacer algo porque era muy poca cantidad.
A las 12 llegaban las visitas, que feliz me sentí cuando vi entrar a mis padres, soy incapaz de describir con palabras ese momento, pero los vi por poco tiempo, al rato vinieron los celadores para llevarme a la zona de urología (recuerdo que iba contenta llevada en cama por los pasillos junto a mis padres) y proceder a la introducción del catéter. Me explico el medico que seria como un tubo que metes para que una tubería atascada pueda funcionar. Así que me relaje, firme unos papeles y me tumbe en la camilla de la sala, me ataron las piernas.
Lo que sigue es un tanto desagradable...que me lo guardo para mi. En resumen me introdujeron el tubo por el orificio de la orina hasta llegar al riñón izquierdo y ajustarlo bien.
Fue lo mas doloroso que he sentido hasta ahora y sin ninguna clase de anestesia.
Después me llevaron en la cama a la sala que estaba y allí a esperar horas y horas para ver si con eso se me bajaba la infección. Me contaron mis padres que le dijo el urólogo que tenia el riñón muy dilatado y que no funcionaba bien de ahí su decisión de meter el catéter.
Ya a las 7 de la tarde llegaron mis padres de nuevo y como la analítica ya estaba mejor me dieron el alta con ese tubo molestoso puesto. Me era imposible andar del dolor que sentía, cuando llegue a casa iba al baño cada 15 minutos, la primera noche con el catéter fue la peor y tenia que tomar un montón de pastillas para el dolor que me producía. durante una semana me tuvieron que dar de comer y bañarme porque me era imposible hacer esas cosas por mi cuenta.
A partir de las dos semanas ya empecé mas o menos a hacer la vida normal, vinieron mis amigos a verme y creo que ese me ayudo mucho mas. Sin embargo mi novio jamás apareció ni se preocupo lo mas mínimo por mi, a día de hoy no se lo perdono...
Al mes de acostumbrarme a vivir con el catéter me llaman del medico para decirme que todas las pruebas estaban bien y que lo que había tenido era un episodio de pielonefritis (infección en el riñón), así que el miércoles santo me lo quitaron, iba con mucho miedo pensando que me dolería, pero todo lo contrario, apenas lo sentí y fue muy rápido. Cuando salí por la puerta del hospital me sentí aliviada, por fin acababa un mes de vértigo, en el que no pare de ir al medico, el ingreso, el catéter y el abandono de la persona que mas amaba...
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